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CrisKop is:
Brillo Dorado – Cap. 1
Interferencia – Cap. 2
Sin señal – Cap. 3
Vuelta al aire – Cap. 4
Cascada – Cap. 5
Prediciendo Luz – Cap. 6
Agüita pa’ despertar – Cap. 7
“Te amo”, comienza la historia que en mi cabeza estuve imaginando por mucho tiempo, vi algo brillante estar en mi entorno, algo deslumbraba mis ojos para donde quiera que mire, volteo y sigo viendo su reflejo, no sé si mi mente se quedó con su manera de brillar o es que la estoy viendo a ella.
“Te amo”, ese color, esa esencia, ese brillo, lo empiezo a amar, a recordar y a ver a través de él algo muy hermoso, algo que siento que me va a faltar ver después.
“Te amo”, estoy convencido de amar esa vista, verla hace que mi corazón insista, caer otra vez en amor hace pensar a mi mente, no sé si de nuevo mi corazón resista esa mirada resplandeciente, siento que ya está lista toda la verdad sobre lo que siento al recibir ese brillo, muchas veces analizo y puede parecer sencillo, pero no lo es, son emociones combinadas contenidas, revoluciones de mariposas dando vueltas sobre mí, estrellas en este cielo que miro, que recuerdo, que admiro,
que espero, que respiro y que hasta eso último me hace pensar en ella.
“¿Te amo?”, amo todo lo que he visto, poco he actuado, solo pienso en eso, pero no hago nada, talvez espere una oportunidad, aunque esto ya me ha salido mal antes.
A mi mente llegan recuerdos, recuerdos un poco traumáticos, me quitan la motivación para demostrar todo esto que siento, que pienso y hacerle notar lo mucho que me convenzo que le amo, capítulos llegan a mis recuerdos, pasado llega a mis encuentros, lloros llegan a mis pasatiempos, pero me debo contener, siento miedo de que vuelva a pasar lo mismo, aunque confío en todo lo que sé, sería un drama el no verme en esa meta que tan objetivamente observo.
Hace un buen tiempo, recuerdo rosas, felicidad pasando por ese lugar, ese recuerdo vuelve, y me llena la mente de ideas que podrían haber solucionado mi ansiedad en este momento si hubiera estado allá al estar acá ahora mismo.
Pensando un poco en que hacer, mirando ese bonito atardecer, vi de nuevo ese brillo, ORO, se me vino a la mente, una joya que quisiera cuidar, una linda que quisiera amar, algo que quisiera que fuera real, pero solamente hice un saludo. Lloro por dentro, me siento como cuando estoy en el centro de una decepción sin final, me pongo nervioso, pero no se me nota, ni yo lo noto, pero posteriormente me doy cuenta que si fui y no me gusta, aunque en ese momento me gustó eso que hice que luego no me convencía.
Esa bella reina siempre junto a su princesa, su flamante y literalmente brillante mujer, pienso en un obstáculo relacionado para poder describirlo, una valla en un establo, una puerta en un castillo, un gato enjaulado en una especie de historia de fantasía feliz, una rana yendo a la velocidad de la luz en una rueda infinita, aunque mi otra sección, piensa en el contraste de la idea que lo obstaculiza, un atajo para llegar al destino, una llama azul que solo me ayuda en ese objetivo, una luz en un pasillo oscuro. Lo triste es que no lo puedo confirmar, mi mente sigue en un pensar infinito que no describe con exactitud lo que se supone que pienso.
¿Puedo complementarme con esa princesa para llegar a la reina? No lo veo muy inteligente, pero parece que fueran imanes, no hay manera de ver oportunidad en donde las dos, no perciban lo que solo una debe llegar a ver. Un poco de pena, vergüenza sobre esto, no, ya me pasó antes y aseguro que no es así.
Dice mi mente que repetir algo que salió mal puede salir mal, pero si cambio las cosas a un ochenta por ciento de lo que me salió mal antes sé que saldrá bien.
Vuelvo a mi mundo, vuelvo a mi rutina, el tiempo ha pasado más rápido desde que me desprendí de ella, el tiempo me ha cegado, especialmente por esa vez no estar enfocado, mi vista vio su brillo desde casi el inicio de mi cambio en mi pensamiento, había observado los efectos que esa joya causó en mí, y lo ignoré, hice otras cosas y siento que no valieron la pena.
Desde el inicio convencido que mi otra meta iba a ser lograda y no fue así, me interpuso pensamientos de nuevo, un frío que se reinicia en mi contra, todo eso complementado de que, de hecho, había empezado a llover...